Una historia de amor inolvidable
El encuentro inesperado
Por Carlos Pérez
Publicado el 26 de marzo de 2023
Todo comenzó en una fría tarde de invierno. Yo acababa de salir del trabajo y me dirigía a casa. Caminaba con la cabeza gacha, sumido en mis pensamientos, cuando de repente la vi. Ella estaba parada en la acera de enfrente, también perdida en sus pensamientos.
De alguna manera, nuestros ojos se encontraron. Fue como si un imán nos hubiera unido y no pudimos apartar la mirada el uno del otro. No sé cómo, pero de repente me encontré cruzando la calle hacia ella. Y ella hizo lo mismo.
Nos presentamos. Su nombre era Laura. Era hermosa, con una sonrisa cálida y ojos grandes y expresivos. Conversamos durante unos minutos y, para mi sorpresa, descubrimos que vivíamos en el mismo edificio.
Los primeros encuentros
Después de ese encuentro fortuito, comenzamos a encontrarnos con más frecuencia. Descubrimos que teníamos muchas cosas en común: gustos, aficiones, sueños. Comenzamos a salir en citas románticas: cenas, paseos por la ciudad, tardes de cine.
Me enamoré de ella poco a poco, sin darme cuenta. Cada día que pasábamos juntos me hacía sentir vivo, me hacía sentir feliz. Laura era la persona más maravillosa que había conocido.
Pero había algo que no sabía sobre ella. Algo que iba a cambiar nuestra historia para siempre.
La confesión
Fue en una de nuestras citas románticas cuando Laura me confesó la verdad. Me dijo que había estado luchando contra una enfermedad grave durante años. Que había tenido altibajos, pero que últimamente las cosas no parecían ir bien.
Me sentí devastado. No podía creer que la persona que amaba estuviera pasando por algo así. Pero también me sentí agradecido de que me lo hubiera contado. Laura me había permitido entrar en su vida de
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